lunes, 16 de abril de 2012

¿Es estratégico el petróleo? - Opinión - EL UNIVERSAL

¿Es estratégico el petróleo?

La mayoría de los venezolanos sigue viviendo en la pobreza dentro de un país lleno de riquezas

JOSÉ LUIS CORDEIRO |  EL UNIVERSAL
lunes 16 de abril de 2012  12:00 AM
Los gobernantes venezolanos han dicho durante mucho tiempo que el petróleo es estratégico, el hierro es primario, el aluminio es básico y la hidroelectricidad es pública. ¿Pero qué tienen de estratégico, de básico, de primario, de público, de soberano, de patriótico o de estatal unas actividades económicas que no le corresponden al Estado? El principal deber del Estado es la educación, como dijo el propio Simón Bolívar. La única actividad verdaderamente estratégica, básica, primaria, pública, soberana y patriótica es la educación, y allí es precisamente donde nuestro enorme Petro-Estado ha fallado aterradoramente.

El Petro-Estado venezolano ha abandonado sus verdaderas funciones para buscar negocios donde hacer dinero para sus propios funcionarios. El resultado es la riqueza para el gobierno pero la pobreza para la población en general. El amor del Petro-Estado por el petróleo ha corrompido totalmente el funcionamiento del gobierno. En vez de preocuparse de las notas escolares de los niños o los días de clase en las escuelas, el Petro-Estado se preocupa del precio del barril de petróleo o los volúmenes y cuotas de producción. La dependencia del Petro-Estado en el petróleo, y no en la gente, hace que cada día sea peor la educación del pueblo, pues al gobierno sólo le interesa la materia prima petrolera y no la materia gris de la población.

El Petro-Estado venezolano ha vivido principalmente del petróleo adueñado o expropiado a sus ciudadanos, en vez de los impuestos directos a la población. Esta situación ha hecho que el Estado sea independiente de la gente, independiente de los problemas de la sociedad. Por eso el Petro-Estado no se preocupa de la educación, pero si se ocupa del petróleo.

El Petro-Estado hipertrofiado ha ido creciendo más y más, hasta el punto que ya no le bastan los impuestos petroleros y ha tenido que crear una serie de impuestos directos adicionales para seguir manteniendo el mismo sistema corrupto e ineficiente. El Petro-Estado continúa expandiéndose como un cáncer mortal por toda la sociedad. ¡Todo en nombre de la impresionante voracidad de un Estado "impropio"!

Juan Pablo Pérez Alfonzo, el ilustre venezolano cofundador de la OPEP, dijo hace muchos años que el petróleo mal utilizado era el "excremento del diablo". Arturo Uslar Pietri, el gran intelectual venezolano del siglo XX, vivió y murió diciendo que había que "sembrar el petróleo". Lamentablemente el Petro-Estado nunca sembró el petróleo que se ha trágicamente convertido en el excremento del diablo. La mayoría de los venezolanos sigue viviendo en la pobreza dentro de un país lleno de riquezas, controladas por el Petro-Estado, donde el petróleo sí es estratégico pero para los políticos.

http://www.cordeiro.org/

Esclavos del Estado - Opinión - EL UNIVERSAL

Esclavos del Estado

ANGEL GARCÍA BANCHS |  EL UNIVERSAL
lunes 16 de abril de 2012  05:09 PM
Mientras el venezolano no pueda invertir capital en la industria petrolera venezolana, y mientras la política gubernamental de sobrevaluación del bolívar continúe en el tiempo, no podremos hablar de libertad económica en Venezuela.

No creas en nadie que te hable de libertad económica y a la vez limite la propiedad de la industria petrolera al Estado venezolano. No creas en quien hable de libertad económica y a la vez de la necesidad de mantener la histórica política de sobrevaluación cambiaria; bien sea por ignorancia, o porque lo haga con intención, te estará engañando.

No podremos hablar verdaderamente de libertad económica en Venezuela mientras el venezolano no pueda invertir en petróleo en nuestro país, pero, sí pueda el extranjero, desde los capitalistas hasta los comunistas, desde los rusos, cubanos y chinos hasta los americanos, ingleses y franceses. Tampoco podremos hacerlo mientras la elite política, defensora de la supuesta necesidad de sobrevaluar el bolívar para que tengamos mercado (poder de compra), lo continúe haciendo mediante la fijación de tipos de cambio bajos; de hecho, artificialmente bajos, porque implican tener que endeudar en divisas al Estado, que a la vez destina la renta petrolera al consumo y las importaciones, y no la inversión (no conozco a ningún economista defensor de la supuesta necesidad de mantener el bolívar sobrevaluado; es decir, el dólar barato, para que exista poder de compra, mercado - a quienes sí escucho diciéndolo, y a diario, es a muchos políticos).

Mi razonamiento es sencillo: mientras el Estado sea el dueño de la industria petrolera, tendrá el poder económico en el país (i.e. no podremos hablar de una economía libre); y, mientras el Estado no dé al traste con la histórica política de sobrevaluación cambiaria, simplemente, será imposible que las empresas del sector privado puedan exportar y, así, acabar con su dependencia (de las divisas) del Estado.

No te dejes engañar, sólo el político que hable de la apertura de la industria petrolera al capital privado nacional y del fin de la política de sobrevaluación cambiaria merece, verdaderamente, tu confianza, al menos, cuando éste te hable del establecimiento del Estado de Derecho y la libertad en el país.

La libertad económica en Venezuela significa que hasta el ciudadano de a pie, que ahorre, pueda algún día invertir su esfuerzo y capital en nuestra principal industria, y que el empresario privado y el ciudadano en general logre independizarse de las divisas del Estado para siempre. Es que, mientras no sea así, seguiremos siendo "esclavos del Estado".

PhD en Economía Política de la
Universidad de Siena, Italia y
Director de Econométrica
Profesor del CENDES y FACES/UCV
http://www.angelgarciabanchs.com/
opinion@angelgarciabanchs.com
Twitter: @garciabanchs

viernes, 13 de abril de 2012

La enfermedad venezolana - Opinión - EL UNIVERSAL

La enfermedad venezolana

La salida nuestra: Fondo de ahorros, plan de inversión pública y mayor integración

MIGUEL ÁNGEL SANTOS |  EL UNIVERSAL
viernes 13 de abril de 2012  12:00 AM
Siempre recuerdo que Miguel Rodríguez decía que la enfermedad holandesa era el diagnóstico correcto para el país equivocado. Se trataba, según él, de la enfermedad venezolana. En medio de estos aires de posibilidad que predominan por estos días, de qué podemos hacer como sociedad y qué tan alto podemos aspirar sin sentirnos ingenuos, es una idea que vale la pena rescatar.

¿En qué consiste la enfermedad holandesa? La secuencia es sencilla. Imagine Ud. un país con un único recurso natural de exportación que de repente experimenta una enorme bonanza de precios. Sin que haya variado su capacidad de producción, experimenta un fenomenal aumento en su riqueza, que impacta la demanda de bienes y servicios. Esa demanda cae sobre una economía que, a grandes rasgos, tiene dos sectores: Un sector exportador (cuyos precios no pueden cambiar mucho porque compiten en los mercados internacionales) y un sector que no compite con precios internacionales porque no es transable (el sector servicios). Siendo así, el primer impacto de la bonanza es un aumento de precios en el sector servicios que, como sugiere la lógica económica, provoca una movilización de recursos de mano de obra y capital que vienen saliendo del sector comercial en búsqueda de mejores rendimientos. Como resultado, se registra una caída en la producción de bienes exportables, que hace a ese país aún más dependiente de ese único recurso. La inflación interna (en servicios) ha provocado un aumento de salarios que el sector exportador no puede trasladar a precios porque perdería competitividad en los mercados internacionales.

Lo demás ya se conoce. El principal producto exportador termina por convertirse en el único, debido al traslado de los recursos productivos hacia el sector no transable. Hasta aquí se trata de un resultado de esos que los economistas llaman "de eficiencia de equilibrio general", que favorece a todos. Con el único detalle, que típicamente el precio de ese único producto de exportaciones es muy volátil, y como resultado de la secuencia descrita ese país se ha vuelto mucho más vulnerable a esos vaivenes. ¿Le suena conocido?

¿Qué se puede hacer en estos casos? Las soluciones que han surgido hasta ahora son relativamente elementales. La primera es evitar volcar sobre la economía todo el aumento en el poder adquisitivo que genera la bonanza, desviando los recursos hacia un fondo de ahorro. Otra estrategia sería promover un plan de inversión público (porque en nuestro caso el recurso es propiedad del Estado) con base en importaciones de bienes de capital. Estos bienes generan capacidades productivas a futuro, no provocan la dependencia que sí trae el aumento salvaje de las importaciones de bienes de consumo, y se pueden reducir "sin dolor" en el evento de una desaceleración de precios. Otra política menos convencional sería crear un mercado común, para facilitar la movilidad de trabajadores de otros países hacia el sector transable y evitar la inflación que lleva a la pérdida de competitividad. En resumen: Fondo de ahorros, plan de inversión pública a través de importación de bienes de capital, y mayor integración. La salida nuestra seguro pasa por aquí. La clave está en ser creativos en la ejecución y acertados en la secuencia.

@miguelsantos12

lunes, 2 de abril de 2012

Subsidio a la gasolina: paradigmas - Opinión - EL UNIVERSAL


Subsidio a la gasolina: paradigmas

Cambiar los paradigmas que hay sobre el petróleo en el nuevo gobierno democrático que vendrá

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DIEGO J. GONZÁLEZ CRUZ |  EL UNIVERSAL
lunes 2 de abril de 2012  12:00 AM
En el taller del Centro Internacional de Energía y Ambiente del IESA, asistimos a una charla del Dr. Alan Gelp del Center for Global Development. Intervinieron, por el IESA, Francisco Monaldi (h) y Pedro Rodríguez Sosa sobre el tema de la distribución de la renta petrolera. El Dr. Gelp enfatizó en que la clave está en convertir el capital natural (los recursos) en capital productivo (riqueza), y llevarlo de allí a capital intangible (conocimiento, instituciones y gobernabilidad). Destacó que 23 países tienen fondos de estabilización y/o ahorros, de los cuales 14 son productores de petróleo; y que su éxito o fracaso es esencialmente político.

El padre Luis Ugalde, asistente, dijo: ... todo lo que gira alrededor del subsidio a la gasolina es mental... Avalo esta afirmación, y agrego que, más que mental, todo lo que gira alrededor del petróleo en el país, en especial el tema de la propiedad de la renta -quién se la apropia y cómo se distribuye- constituyen paradigmas usados por las elites políticas desde siempre. Consideran que subsidiar los energéticos es una forma de distribuir la renta.

Son cuatro los paradigmas: 1) El petróleo es Soberanía. Pregunto: ¿acaso no son soberanos los 30 países más importantes del mundo en desarrollo humano, económico y calidad de vida?; 2) El petróleo es Estratégico: en los 30 países más importantes del mundo, ¿qué es estratégico?; 3) El petróleo es Independencia. ¿No son independientes Australia, Canadá, Colombia, Brasil, Chile, Noruega y el Reino Unido?; y 4) Las empresas de petróleo y gas natural son Básicas. Pregunto: ¿en cuáles países del Primer Mundo existen empresas básicas?

Con estos paradigmas, las elites políticas -concibiendo que el petróleo es Soberanía, es Estratégico, es Independencia y es Empresa Básica- decidieron que el Estado tiene que manejarlo, porque los empresarios venezolanos, y menos los extranjeros, no son de fiar.

Si modificamos estos paradigmas podremos concluir que si no hay Estado empresario, no hay apropiación burocrática de la renta (regalías y dividendos). El Estado solo debe vivir de los impuestos que produzcan sus ciudadanos y las empresas que exploten los recursos de hidrocarburos. Si no hay Estado empresario, que se cree el dueño del recurso, las regalías y dividendos de la industria irán directamente a sus accionistas, los ciudadanos, no al "hueco fiscal".

Ahora, trataremos de desmontar el mito del subsidio a la gasolina. En 2011, el consumo nacional fue de 124 mil b/d de la gasolina de 91 octanos y 165 mil b/d de la de 95 octanos. En estas cifras no aparece la creciente importación de gasolina de Estados Unidos. Por otra parte, hay que recordar que Ramón Espinasa insiste en que el consumo es mucho mayor, pues las cifras arriba señaladas no incluyen el contrabando de extracción.

Nueve entidades: Zulia, Miranda, Carabobo, Anzoátegui, Táchira, Lara, Dto. Capital, Bolívar y Aragua consumen 67,3% de la gasolina. Para efectos de políticas públicas, podría comenzarse una campaña sobre el tema haciendo énfasis en dichos estados, y, por qué no, iniciar los cambios en las otras 15 entidades que se verían menos impactadas.

En términos de precios, un barril de gasolina venezolana de 95 octanos, al cambio de 4,3 Bs/US$, se vende a 3,51 US$/barril, mientras en EEUU se cotiza en 156,3 US$/barril. Para alcanzar el precio meta, el litro tendría que irse elevando en el tiempo. Al cambio oficial hay que pasar de 0,097 a un máximo de 4,3 Bs/litro. Un salto cuántico, aunque no muy alto si lo comparamos con el precio de países productores como Brasil, 7,75 Bs/litro; o Colombia, 5.69 Bs/litro. En esas naciones no están presentes los paradigmas arriba citados.

Podría dejarse el precio de la de 91 octanos, mientras van ajustándose los precios de la de 95 octanos. Los taxis que utilicen la de 95 octanos podrían recibir un trato especial que habrá que definir. Importante para el ciudadano sería conocer cuál va a ser el destino final de esos aumentos en el precio de la gasolina. Ese dinero no podría ir a la corrupción, ni al "hueco fiscal".

Cuando cambien los paradigmas y tengamos cientos de productores y refinadores independientes, que vendan sus productos a miles de distribuidores en sus estaciones de servicio, con sus propios precios, se resolverá definitivamente el derroche de los subsidios a los energéticos.

Todo será cuestión de cambiar los paradigmas que hay sobre el petróleo en el nuevo gobierno democrático que vendrá.

cedice@cedice.org.ve

@cedice